MONUMENTOS ARQUITECTÓNICOS DE ESPAÑA 1852-1881 |
La obra Monumentos Arquitectónicos de España fue la primera gran visualización y valoración del patrimonio arquitectónico y artístico español. Su gestación se inició en 1844 con la creación de la Escuela Especial de Arquitectura, en el seno de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Este proyecto comenzó dirigido por una Comisión formada por Aníbal Álvarez, Francisco Jareño, Jerónimo de la Gándara, Pedro de Madrazo, José Amador de los Ríos y Manuel Assas y Ereño. Su publicación fue en 89 fascículos que aparecieron desde 1856 hasta su suspensión en 1881. Y aunque la obra quedó incompleta y tuvo escasa difusión, representa uno de los más ambiciosos hitos europeos en las publicaciones gráficas de arquitectura. El Contexto ideológico de la obra, se corresponde con la corriente europea que reivindicó el patrimonio como sede de la identidad nacional, y que tras la creación francesa de una Commissión des Monuments en 1837, comenzó una política de restauración y conservación. Estas iniciativas tuvieron ecos en España, como en otros países, creándose en 1844 organismos provinciales semejantes, que recogían el espíritu de la Instrucción (26-VI-1802) dada por Carlos IV sobre la protección del patrimonio El antecedente impreso de nuestra obra fue el proyecto francés editado con el título Archives de la Commissión des Monuments Historiques publiées par ordre de son exellence M Archille Fould Ministre d’Etat. (Paris, 1850-1873), obra que comenzó con características gráficas muy semejantes a la española, pero que pronto redujo sus ambiciones. El plan de la obra clasificó los monumentos españoles según las tres culturas históricas asentadas en territorio español: pagana, mahometana y cristiana. Pero dentro de cada una distinguió uno, tres y nueve estilos : (greco-romano), (granadino, califal y mauritano), (románico, mudejar, latino-bizantino, bizantino, ojival, franco germánico, renacimiento, plateresco y mixto). La Biblioteca de la ETSAM conserva una de las colecciones más completas de este ambicioso proyecto editorial. Encuadernada en 15 volúmenes, recoge la práctica totalidad de las láminas, a falta de alguna página de texto. La Escuela, desde el año 2007, ha publicado varios volúmenes que incluyen los dibujos preparatorios de cada lámina, facilitados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, además de un estudio introductorio elaborado por diferentes profesores del centro.
|
Los viajes de prácticas de los alumnos de la Escuela Especial de Arquitectura para dibujar monumentos históricos son el origen de la obra; y los primeros se realizaron a Toledo entre 1849 y 1850, con 30 alumnos del profesor Antonio de Zabaleta. El resultado fueron 58 dibujos, con los que la Junta de profesores de dicha Escuela decidió presentar al Gobierno un proyecto para publicar con el título España artística y monumental. Pero una nueva decisión de la Junta propuso ampliar el proyecto, y cambiar el título por el de España Arquitectónica Monumental. La Calcografía Nacional , sobre el total de 281 láminas de los Monumentos, estampó las 204 láminas calcográficas, 10 de ellas cromográficas; mientras que otros talleres madrileños realizaron las 77 litografías (67 a varias tintas). Este complejo proyecto del grabado arquitectónico obligó a modernizar la Institución, contratando a los mejores profesionales europeos y españoles. Además se introdujeron las nuevas técnicas del grabado al acero que permitían realizar complejos arabescos con delgadas líneas; también se adquirió moderno instrumental, como una mesa de rallado que producía hasta 42 patrones tonales y degradados, y se incorporó el nuevo arte de la fotografía. El color se incorporó en 77 estampas (67 cromolitografías y 10 cromografías) que acaparan los monumentos árabes, como la Mezquita de Córdoba y la Alhambra. La complejidad para estampar estas láminas requería una extraordinaria precisión, pues las cromografías tienen 5 matrices y las cromolitografías llegaron a 15. El principal taller para las cromolitografías fue el de José María Mateu que realizó 39, de las que Teófilo Rufflé firmó 26. El editor madrileño José Gil Dorregaray, que desde 1872 coordinaba la obra Museo Español de Antigüedades (1872-1880), se hizo cargo de la publicación de los Monumentos desde 1875, y con objeto de reordenar el caótico material publicado hasta entonces, en las entregas aumentó las páginas de texto para completar volúmenes monográficos. Así, cuando en 1881 se suspendió la publicación, había conseguido cerrar 32, quedando 96 láminas como un conjunto sin texto explicativo
|
Los historiadores que firmaron los estudios históricos de las monografías fueron: José y Rodrigo Amador de los Ríos, Juan Facundo Riaño, Rodrigo Fernández de Villalta, Manuel Assas y Ereño, Francisco María Tubino, Pedro Madrazo, Aureliano Fernández-Guerra y Orbe. Los grabadores fueron 37, de los cuales 10 eran extranjeros. La mayoría de las matrices son de acero, salvo 5 de cobre; y las técnicas calcográficas empleadas fueron la talla dulce, el aguafuerte, el aguatinta y la manera de lápiz. El estampador Severin Delatre fue contratado para dirigir el taller calcográfico y formar a los estampadores. Los dibujos preparatorios de las 281 estampas están firmados por 47 autores, con participación no equitativa, pues 178 planchas se realizaron a partir de sólo 9 autores. Los de mayor participación son Ricardo Arredondo (46 pls.), Francisco G. Aznar y García (39 pls.) y Jerónimo de la Gándara (30 pls.). La fotografia se utilizó en la toma de datos, pues en los informes sobre los viajes de prácticas aparecían importantes dotaciones económicas con ese fin. Además se envió un pensionado a Francia para perfeccionar sus conocimientos de fotografía, y también se compró equipo y material específico. Las provincias y la tipología funcional de los monumentos, fueron los siguientes criterios de ordenación que la Comisión directora superpuso a los de las tres culturas hispánicas y los trece estilos identificados, para que el lector fuera ordenando el caótico material de las sucesivas entregas. De las 50 provincias que formaban la división territorial de España en ese momento, solo se representaron los monumentos de 24 de ellas: Alicante, Ávila, Badajoz, Barcelona, Burgos, Cáceres, Córdoba, Gerona, Granada, Guadalajara, León, Madrid, Oviedo, Palencia, Salamanca, Segovia, Sevilla, Tarragona, Toledo, Valencia, Valladolid, Zamora y Zaragoza. textos, Juan Bordes |
La exposición puede visitarse en la segunda planta de la Biblioteca de la E.T.S. de Arquitectura de Madrid durante los meses de febrero y marzo de 2015 |